CERRO GORRIA

Ayer era el día fijado para comenzar las salidas mensuales, la primera ruta propuesta nos traía buenos recuerdos, hacía muchos años que no íbamos por ahí. Al más fiel estilo Avila Bici no había nada preparado, gracias a un lugareño que nos indicó comenzamos la ruta.

Comenzamos subiendo por un camino que pronto abandonaríamos para ir en busca de nuestras queridas veredas.Como si de un huerto se tratara han plantado infinidad de molinos que afean el entorno y por supuesto han creado una pista para subir semejantes bichos. Localizamos la cola del avión que en el año 1991 se estrelló en la zona.

Tras dejar la cola nos dirigimos a la cima atravesando alguna zona con bastante nieve, poca visibilidad pues se acercaba la lluvia y las fuertes ráfagas de viento no invitaba a permanecer mucho tiempo en el punto geodésico. Tras la firma en la caja de honor comenzamos el descenso por un tramo con mucha piedra suelta.

Como decían las previsiones comenzó a llover mientras afrontábamos la segunda subida, íbamos buscando una vereda que habíamos visto desde la cima, solo nos separaba de ella una pradera colmada de agua y con un desnivel de 24%.Sólo nos queda descender al pueblo para comernos la tortilla. Las nuevas generaciones vienen pegando fuerte, podemos ver a Gonza lavando la bici con un pequeño compresos enchufado al mechero.

Poco despues se daría cuenta que se le quedo frita la batería del coche.No fue problema en un pueblo con doce habitantes pero unas 20 pinzas para poder arrancar el maltrecho Yaris. RESTO FOTOS