Un año mas volvemos a tierras Segovianas. Nuestros amigos de valladolid nos invitan a una jornada, gran jornada de auténtico mountain bike.
Espera en la salida de la gasolinera a los no puntuales ,(ya saben que tienen sanción en el momento de hacerse socios ), en el viaje comentando la ruta, y el nerviosismo de que si la podré hacer o no, las molestias de Cesar eran evidentes, y de ahí al miedo de no poder disfrutar de tan bellos parajes.
Llegada al campamento, saludos, besos y demás, montamos las maquinas inpolutas de polvo, y ya preparadas nos decidimos ir en busca de los saludos que aún quedaban, cuando son las 10:30 partimos hacia la ruta tan deseada.
La mañana era fresca así que nos ponemos la chaqueta de entre-tiempo, pero a los pocos km, entramos en calor, y decido quitarmela, seguimos la marcha disfrutando de la belleza de el camino al borde de el rio Eresma, cuando a unos 100 metro vemos como una bici cae a río, nuestro amigo Poli decide labar la bici sin apenas hacer 7 km, la caida sin consecuencias, siguimos pa riba. Los senderistas impiden coger velocidad por la vereda, así que se hace despacio, solamente en los tramos que no hay nadie aceleramos al maximo.
Llega la primera chocolatina, reagrupamiento de el grupo, y empieza lo bueno, subida dura, para calentarnos hasta llegar al tramo de carretera, donde vemos la altura de 1550 metro, todavia faltaba bastante.
El tramo de carretera sirve para dar caña a la burra, cada uno a su manera, en la portera reagrupamiento, y esperando a la mayoría de los pucelanos que ven carretera, y no paran, igual llegarón a Cercedilla los tios. Pa riba
Empieza el cachondeo, ya no nos acordabamos de lo que duraba la pista que sube hacia donde estamos el Rubio y yo en la foto.
La pista se hace cada metro más dura, en cada curva esperas a que te de un respiro, pero cada vez es peor, la dureza hace que los biker se queden descolgados, y prácticamente no encuentres grupos, y nadie te adelante, se hace al tran tran y cada uno como puede que no es poco, yo espero encontrarme el edificio de el ejercito en cada curva pero no llega, los senderistas domingueros dan ánimo, y tu piensas que si con zapatos entan ahí, ya poco queda.
A la llegada, pocos Bikers, nos enfundamos la chaqueta, y a descansar y reponer fuerzas, que comienza el sendero Smith.
A la de tres, pa el sendero, pero con cuidado, demasiadas personas por él que enfadadas algunas nos increpan a el paso, como podemos vamos sorteando a el personal y empieza el rompepiernas de el sendero, sube, baja, sube para volver a bajar, y así un continuo toma-daca, los gemelos se resentirian en el parón para el avituallamiento
Llegamos a el Valle de la Fuenfria, merecido descanso y reagrupamiento para hacer unos km de pista en busca hacia la bajada , bajada muy heavy que cada cual la hace a su modo, y a tope. Disfrutando como marranillos tos en fila, y como si lo regalaran en el pilón de la pradera, llegados a el pilón de el Esponja José, comentarios de la superbajada, que si tu, que si yo, que si vaya hostia, qu el rubio volando, y adelantando en el vuelo a dos o tres, que que flipada, que si subimos y la hacemos otra vez, y lo mejor de todo, en que no hubo ninguna baja. Espectacular.
Nos ponemos en marcha buscando en ansiado avituallamiento, y sobre todo el gazpacho de Paquillo y el merecido descanso antes de coger la 24
Comemos hasta artarnos, muy rico amigos de Valladolid, aunque faltó alguna cerveza más, postre, y bollitos,haaaaa, y el merecido descanso, que para alguno fue hasta siesta, o si no que se lo pregunten a Jesús"MOTO"
Empieza la marcha.
Nos desperezamos, cogemos las máquinas y nos ponemos en marcha, llegados a la zona de recreo tenemos dos opciones, la 24, o la pista, las fuerzas ya mermadas, pero una mayoría decidimos subir por la 24, nos despedimos de los pisteros y pa riba.
A los pocos km sientes, mejor no sientes nada más que dolor, y mirando hacia la derecha, ves la pista y piensas en escapar hacia ella, pero no, hay que hacerse el fuerte y subir sea como sea.
Cada metro cuenta y piensas un metro menos, y otro y otro, la verdad que es impresionante de dura, o más, es durísima, pero nos apretamos y pa riba poco a poco.
Cada vez se hace mas pesada, pero cada vez queda menos, a esto de que Javi el de la hastila , me pasa a un ritmo impresionante, y me digo, yo de mayor quiero ser como él.
Piano piano seguimos, y veo unos senderista, pregunto y me dicen que todavía queda lo peor, y un buen trecho, y yo me cagoentooooooo
Un poco más y llego a el cartel de el Valle de la Fuenfria, poco a poco empiezan a llegar los Biker hasta que cogemos aire, reagrupamiento, y empieza el rock´n roll
Vereda preciosa, rápida, donde disfrutas de el entorno de la velocidad, y de lo cojonuda que es tu máquina que se come todo, algún pinchazo, reventon, y en la pradera esperamos a los demas
En la foto se puede apreciar la cara de satisfacción que tenemos
Nos queda el otro tramo de bajada chula, y a tope de velocidad.
Alguna caida, algún taponcillo, pero no impide que disfrutemos como auténticos marranetes, Oscar, el rubio de la hastiala salva un árbol en un caballito, pero cae al suelo, y rapidamente coge su máquina y a dar pedales, como se divierte cuando tiene que bajar el mamón.
Hacemos los temidos escalones a tope, todos queriamos más, el final llegaba, pero todos queriamos más. Termina la vereda, y llegamos a el paso de los tornos, nos felicitamos por el pedazo de día que hemos pasado y pensando que a el año que viene repetimos, repetimos seguro
Así es como llegó algún futuro fichaje de el club, el caso es que no sabemos si hizo la ruta o estubo en alguna mina de por ahí
Y lo de hoy, pa estirar las piernas, Casasola, Duruelo, y pa casa.
Hasta pronto y gracias.
Seguimos pa lante, y comienza lo endurero. Venga vereda pa abajo, pasa el río, má vereda, vereda impenetrable de abustos, a todo esto a toda velocidad, y llega el susto, Javi se mete el ostión,, una piedra caida de la pared, es la trampa, suerte al casco, y a sus huesos que aguantaro el fuerte golpe de su hombro, un momento de descando, y seguimos , ya queda poco
