PRUEBA DE UNA 29

Se decía que no nos gusta ir con los tiempos, pues cuatro o cinco años después de que irrumpieran las ruedas de 29 nos decidimos a probar una.
La patria parecía el lugar óptimo para la prueba.

La máquina era de prestadillo, necesitábamos un buen galgo y nos decantamos por Toño, la ruta no podría ser otra que por el paraíso cabañero.
Todo comenzó bien por el llano se mostraba intratable, con las primeras rampas la cosa cambió, complicándose demasiado cuando la llevamos por una trialerita. Tampoco se comportó adecuadamente en el enrevesado descenso, según el biker no entraba en las curvas.

Posiblemente no elegimos la mejor ruta para la bici.