Para el Sábado la encerrona habitual,hay que subir al pilón a llenar el camelback, como novedad como les parecía aburrido subir por la pista,nos enseñan una trialerita nueva, ya nos dijo uno del pueblo antes de empezar a subir "mal camino lleváis".Que razón tenía, rampas del 28% que hasta la fecha desconocía que se pudieran subir.Remando poco a poco llegamos a la cima, las vistas increíbles.
Tras el divertido descenso toca subir al pueblo a comer algo,eso si con otra subidita.Los informes decían que llevábamos 17 km y un desnivel de 1300 metros acumulados.Esto hizo que parte del personal se quedara en el pueblo, los demás continuamos sufriendo como perros.
Parte de la subida es nueva, pero prima hermana a la de por la mañana, se agradecen los descansos producidos por las averías.
El descenso es precioso, hay un pequeño corte con los de cabeza, descubrimos una nueva vereda que no nos llevaría a ningún sitio.
Por fin en el pueblo, comentando el día acompañados de unas cervezas con un poco de queso de la zona, se hace tiempo para la gran cena preparada por Julio.
El Domingo se declara día libre, unos a hacer senderismo y otros a montar en bici,la malloría dos decantamos por subir a Remoña para hacer todo el descenso.Las piernas están doloridas, pero el día es radiante y no podemos dejar escapar otra jornada de btt.
Todos los integrantes de la expedición abulense se comportaron como jabatos, dando más de lo que se tenía, y es que el fin de semana fue duro de narices, ni oímos hablar al Meca loco.
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