Decidimos bajar la vereda del boquerón para subir las pilas.El terreno, duro por las heladas, hace que las máquinas se embalen más de lo habitual.Un fuerte viento de cara nos espera en la cima, silbaban los radios , costaba mantener el equilibrio.Bajando la vereda motera a Tornadizos preocupa más las ráfagas de aire que los surcos.
Por fin en Ávila,subiendo por el Paseo de Santo Tomás un coche que bajaba por Don Alonso no realiza el ceda el paso y a pesar de que le pego una voz me arrolla.Por suerte su velocidad no era excesiva y me lanza unos dos metros contra el suelo, un amable viandante acude a socorrerme, parece que no tengo ninguna lesión importante y me incorporo rápidamente. Un rozón en el codo y un golpe en la cadera es el balance de los daños, la bici a simple vista no tiene daños, ya veremos cuando la lave.
Por suerte mañana estaré en Cabañas para adornar el acebo.
Menos mal que no ha sido nada claro que el coche habra quedado destrozado al chocar contra un jabali jaja hasta mañana
ResponderEliminartiene daños el vehículo? seguro que el radiador, paragolpes...faros... uff, no quiero ni pensarlo, pobre hombre lo que le va a costar la reparación...y encima no puede hacer chorizos con el jabalí porque salió corriendo herido...
ResponderEliminarMe alegro de que no haya sido nada, ¡¡uff!! menudo susto.
ResponderEliminarSaludos.