DONOSTIA

Bueno pues llegó el día, por fin nuestras monturas circularían por las tierras vascas, sabíamos que el entorno era privilegiado pero nos sorprendió aun mas ,la belleza de los bosques.
EL grupo quedó formado por la gente de varias etnias, salmantinos, leoneses,gallegos, vascos y los mas raros, nosotros.

Estos son los artífices de la ruta.Como no podría ser de otra manera se les ocurrió tenernos toda la mañana y parte de la tarde(terminamos sobre las ocho)subiendo y bajando montañas, creo recordar vagamente veinte metros llanos.
Los bosques inmensos que recorrimos apenas dejaban pasar la luz del sol, claro que peor era llegar a los claros al coronar, Charly nos daba explicaciones de por donde seguiría la ruta y las remadas que nos quedaban.
Nosotros, como no podría ser de otra manera, nos integramos a la perfección,que nos encontramos un árbol caído, pues se corta como si de un lugareño se tratara.

Un problema que se plantea es la humedad del ambiente, a pesar de ir protegidos del sol por los arboles, no paramos de hidratarnos,pronto los camelbak se quedan secos.Repostar seria un problema para los escrupulosos, cogeríamos el agua de cualquier regato.

Con las piernas ya un poco tocadas hay que llenar la panza, Arturo ha preparado dos pedazos de empanadas exquisitas, mejillones y lomo.Los mejillones posteriormente nos fueron arañando el esófago hasta que los ahogamos con unos martinis con casera.
Mas y mas remadas, vueltas alrededor de una montaña, subir a la casa del ingles, yo que se lo que pudimos subir y bajar. El hombre del mazo con toda su familia apareció en la última subida, repartió a diestro y siniestro.
Nos reservaban para el final el plato fuerte, una trialerita con cientos de trampas.En este punto nos acordamos de nuestros amigos los alternativos, utilizando su estilo y agarrándonos a cualquier ramaje pudimos sortear las trampas más complicadas, en alguna una cuerda nos hubiera venido bien.El resto del descenso algo complicado, nos permitió alguna buena instantánea.

Con los culos doloridos, tres kilos de media perdidos sudando, rozaduras por los brazos,tres reventones, dos cambios rotos, algún radio perdido, terminó la ruta del primer día.
Para el Domingo estaba preparada una ruta por los acantilados siguiendo el camino de Santiago,con recorrido en barco incluido , pero se suspendió por la lluvia.

FOTOS