COLEGUEO EN NAVACERRADA

Atendiendo a la llamada de los amigos de Bike Racing, el Sábado montamos las máquinas en los coches y nos presentamos en Valsain, nos esperaban dos subiditas con sus dos bajaditas. Otros bikers amigos también acudieron, muy buen ambiente para disfrutar de un radiante día.

Comenzamos disfrutando de un magnifico paraje junto al río Eresma,la calma reinaba en el grupo, fotitos, charleta, vamos que no lo tomamos con calma. Pronto comenzó el cachondeo, subidita al puerto de Navacerrada, utilizando la Senda del Enmaderado,con algún tramito que ni nuestro amigo "Jaimito equilibrios" pudo subir, alguno decía que si se lo subió, pero sin documento gráfico no hay constancia del hecho.


Tras la subida nos esperaba el primer avituallamiento,al estilo Ávila bici (mejor vomitar que quedarte con hambre) dimos buena cuenta de los aperitivos preparados.
Continuamos por la Schmid, muy transitada por senderistas de muy buen ver, para llegar al Puerto de la Fuenfría, se acercaba la hora del primer descenso.
Por la Trialera del Segundo Pilón fuimos descendiendo, distintas formas de afrontar la trialera, todas válidas , lo importante era llegar de una pieza a la pradera final.
Comida abundante, sin darnos tiempo a dormir una siesta, comenzamos la subida de nuevo, para los fuertotes nos esperaba la Senda del XXIV con todos sus pedregales, algún senderista se sorprendía que fuéramos capaces de subir por tanta piedra.La emoción era evidente al hacer cumbre.

Mientras esperamos al grupo, uno de los "esponjas" dolido por la minutada que le había metido en la subida, no lo duda y ayudado por su zapatilla decide hacer un puzle con mis gafas. No daremos nombres, solo diremos que fue el que olía a caca de vaca.

Sin gafas, disfrutamos la bonita y divertida “Bajada del Gallo” hasta volver a coger el cauce del río Eresma,seguimos bajando por uno de los antiguos caminos reales, de gran belleza porque parte de ellos están labrados en roca.Allí quedaron dos dientes de mi plato grande, en uno de los múltiples escalones que había.
Por fin de vuelta, una duchita, un poquito de picoteo, unos besos a los amigos y de regreso para casa.

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