QUINCE CENTIMETROS

Como lo hemos gozado hoy,la nieve había hecho acto de presencia en nuestra querida patria, parecía que no era mucha cantidad, pero que equivocados estábamos,nos esperaban unos quince centímetros en toda la subida y algo más en lo alto del pueblo.
Desde el comienzo del soto fuimos pisando nieve, siguiendo la huella de algún otro chalao que habría salido un rato antes.


La subida se hace dura, la nieve virgen nos frena, se agradece ir por la rodada del primer biker, nos tenemos que ir turnando en la temible misión de abrir la ruta, las piedras escondidas y el desnivel hacen imposible subir todo montado. En algunas zonas con mantenerte en pie es suficiente.
Como a algunos del grupo nos falta un veranillo, decidimos ir por la piedra de Arroyo, lugar favorito de los alternativos para pasarla andando, de milagro no nos hemos caído.

Ya en el pueblo tras quitar el hielo de las máquinas comemos un poco, bueno lo de poco es por decir algo, Fede tenia alguna muestra de la matanza. Para entrar en calor se nos ofrece las bebidas típicas de la zona, verde para el valor y amarillo para subir la temperatura. El problema es cuando se mezclan ambas, que te llevan a hacer alguna tontería, la de hoy consistía en bajar por la garganta.Si normalmente es complicada, pues hoy, unos cuantos revolcones, yo he salido por orejas, el otro ha bajado con la rueda trasera por delante, vamos un cachondeo.

Sorpresa en el llano, la nieve ha desaparecido dejando un agradable barrillo. Llegamos a casa con quince kilos de barro, las máquinas pidiendo a gritos un poco de aceite. Ya en Ávila nos encontramos con el núcleo duro de los alternativos, venían del zapatero donde posiblemente todavía hubiera más nieve.